Modelos Alpine
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Alpine – Renault 1.300 (Fasa)

 

A pesar de sus numerosos triunfos deportivos, el coche que FASA – Renault presentaba como el más deportivo de su gama, el Alpine A110, de 1.108 cc, resultaba insuficiente. Desde hacía tiempo FASA había pensado en mejorar este coche, que tenía una maravillosa estabilidad, así pues nació el Alpine A110 de 1.300 cc. 

 

Las líneas alargadas del Alpine, piden y gustan de los colores claros, de ahí que el color beige sea una de los más logrados. En la parte frontal se han encastrado, como en su hermano francés, el Alpine 1.300S y 1.600, dos faros de largo alcance, que además de muy útiles son extremandamente decorativos. Por su parte, para alojar las llantas se han tenido que realizar unos pequeños aletines que ayudan a la estética general del coche. 

El motor escogido para sustituir al 1.100 fue el del Renault 12, al cual se le modificaron unos cuantos detalles parea aumentar sus prestaciones. Para empezar, se aumentó la compresión del motor del R-12 (hasta la cifra de 9,4:1), lo cuál, estaba muy bien para un coche comercializado en serie. En segundo lugar se cambió el arbol de levas por otro de un cruce diferente que permitía ofrecer una potencia de 5.700 rpm. En cuanto al carburador, aunque sigue siendo el del R-8 TS, se le han aumentado los pasos de gasolina para estar a la altura de su nueva cilindrada. De esta manera se consigue la nada despreciable cifra de 85 CV, que unidos a la ligereza de su carrocería, dan al Alpine 1.300 unas grandes posibilidades dentro de los coches deportivos, que como en España eran casi inexistentes, dan al Alpine unas superioridad aplastante. 

En cuanto a la velocidad máxima obtenida con el Alpine 1.300, ésta ha sido de 185 km/h. Partiendo de esta punta, la velocidad de crucero por carreteras, de las denominadas radiales, puede acercarse mucho a los 170 km/h. El mantener una velocidad alta de media no era un problemas para el Alpine, puesto que gracias a sus líneas, muy aerodinámicas, el coche no sufre apenas los efectos del viento lateral ni su carrocería ofrece resistencia al aire.  

Aunque el terreno donde un Alpine muestra todo su equilibrio es en las carreteras secundarias o viradas, ayudado por su dirección, con la que un ligero golpe de volante es suficiente para inscribir al Alpine en las trayectorias mas audaces. En estas carreteras, además de presentar un equilibrio mecánico ejemplar, presenta un comportamiento muy sano y noble, ya que en el caso de realizar un trompo, éste lo da sobre si mismo sin salirse de su trayectoria, de que da una idea de lo estudiado y conseguido que está su centro de gravedad. El Alpine A110 1.300, tiene un comportamiento sobrevirador y tiende a irse un tanto de atrás (no hay que olvidar donde está colocado el motor); sin embargo, este coleteo mas que perjudicial es beneficioso, pues un buen piloto que sepa aprovechar estos bandazos podrá ir más deprisar por las carreteras de montaña, ya que usará el coletazo hacia un lado para tomar la siguiente curva.  En fín, el Alpine en tan sólo un año, desde mayo del ’77 a mayo del ’78, se convirtió en un sueño para todos los conductores españoles que deseaban un autentico deportivo pero su precio de 476.000 pesetas sin impuestos, los hacían prohibitivo para la inmensa mayoría de los habitantes de nuestra piel de toro.

Alpine A110

 

Se presentó en el Salón de París de 1962, y sucedió al A108. El nuevo Alpine estaba basado en el nuevo modelo de Renault: el R-8. De este último, Jean Redelé, adoptó el motor de 956 cc, al que consiguió extraer 51 CV. En 1964, el Alpine A110, estrena un nuevo motor de 1.108 cc, al haber incrementado 70 mm en el antiguo 956 cc. El 1.108 ofrecía una potencia de 66 CV, y se vendería hasta 1969. Pero las modificaciones no cesaron para el pequeño motor de 1.100 cc , y un año más tarde aparecía una evolución de 85 CV gracias a la incorporación de un carburador de doble cuerpo.

Ese mismo año, los Alpine A110 debutaron en competición con el mismo motor preparado por Gordini (95 CV), radiador en la parte delantera (para conseguir un mejor reparto de pesos), suspensión independiente en las cuatro ruedas, un radiador de aceite y una transmisión reforzada. En total se fabricaron 114 unidades de este modelo. 

Ha partir de este momento, la suerte estaría de parte de los Alpine, ya que firmaron un acuerdo con Renault, por el que dispondrían de los motores preparados por Amédée Gordini y el apoyo financiero de Renault en los rallyes. 

En junio de 1965 aparece el nuevo modelo 1.300. La base fue el anterior 1.108 cc, al que se había aumentado su cilindrada a 1.296 cc. La potencia se elevaba a 115 CV. Este modelo se distingue de los demás por su entradas de aire debajo de los faros delanteros. Este modelo, se caracterizó por disponer de un peso muy reducido (unos 700 kg), una excelente maniobralidad y un motor potente.  

Dos años después, se sustituye el 1.296 cc por el 1.255 Gordini, con el que se conseguían 5 CV más. Ahora pasaría a denominarse Alpine A110 1.300 G (por Gordini).

Ese mismo año, aparece un nuevo modelo de Reanult, el R-16. Y Alpine, volvió a instalar un nuevo motor, el 1.470 cc del R-16. Este motor sufrió varias evoluciones, pero la más importante fue la realizada en 1970, donde el motor anunciaba una potencia de 125 CV al aumentar la compresión de 8,6:1 a 11,25:1. El motor estaba alimentado por dos carburadores de doble cuerpo WEBER 45 DCOE. Las mejoras no cesaban, y un año mas tarde, el motor fue sustituido por el nuevo 1.605 del R-17 TS, del que extrajeron 126 CV. Este motor se ofrecía en dos modelos: en 1.600 SI por un inyección y el 1.600 SC por carburador. 

Fruto de todas estas frenéticas modificaciones, el Alpine posee un palmarés deportivo impresionante entre las que se encuentran cuatro victorias absolutas en el Rallye de Montecarlo en el que se enfrentaba a los temibles Porsche 911, Lancia Fluvia, Mini Cooper, Ford Capri...